sábado, 1 de diciembre de 2012

Comidas - ¡Que coman de todo!



Al cabo de tres años de ser papás, mi esposa y Yo hemos logrado (creo) que nuestra hija como casi de todo pero este esfuerzo empezó desde sus primeros alimentos. Con la ayuda y consejos de amigos y familiares así como con la asesoría de su pediatra empezamos dándole poco a poco sus primeros alimento cosas muy elementales como el zapallo, manzana, plátano, etc... y después fuimos introduciendo las verduras. Por supuesto todo cocido tal como: arverjitas, zanahoria, vainitas, brócoli, poro (en las sopas), espinaca y huevo... y finalmente las carnes como de pollo, de res, de pavo y algo de cuy y pescado; pero también hígado que es importantísimo para su crecimiento.

Digamos que empezamos con los básicos y luego fuimos mezclando todo y al empezar de aquella manera ella fue asimilando todo de buena gana. No sé si necesariamente todo se debe a la nutrición pero nuestra hija no baja del percentil 95 desde que nació y a sus casi 3 años ya pasó el metro, tiene un coeficiente intelectual de 140 y la mentalidad de una niña de 4.3 años.

Más allá de los beneficios de una buena alimentación evitando las soluciones fáciles pero nada saludables como las papitas fritas (ya sean en bolsa o de restaurantes de comida rápida), golosinas en exceso, mucho pan, chocolate, etc... siempre hemos tratado que pruebe de todo con moderación y, cuando ya tuvo edad, que empezara a comer lo mismo que nosotros pedíamos. Por ejemplo, durante el verano pasado varias veces nos pidió que le invitáramos nuestra Leche de Tigre (la que pedimos sin ají por supuesto) asimismo también disfruta de las alitas a la parrilla en salsa oriental o algunos rolls.

En particular Yo, me preocupe que desarrolle cierto gusto por el queso (que a mi también me encanta) ya ahora no puede comer sus fideos al pesto sin su queso parmesano.

Lo cierto es (creo) que como, tanto mi mujer como yo, disfrutamos de la comida, ella se contagió de esa sensación haciendo a este momento algo especial y divertido, no una experiencia aburrida o traumática. Creo que por ahí va la cosa.

Sin embargo, no creo que lo anterior funcione si es que nosotros como Papás no hacemos el esfuerzo de comer aquellos alimentos que sabemos son beneficiosos para nuestros hijos... aunque no nos gusten del todo a nosotros mismos. 

El brócoli (que nos encanta) es un claro ejemplo de aquello y es la pesadilla para muchos papás; sin embargo es una de las verduras favoritas de mi hija e incluso la lleva a nido como merienda junto con vainitas sancochadas, atun con cebollita, limón y galletitas de soda o huevos de codorniz, manzana rayada o mandarina. Mientras que nuestra pequeña comparte el salón con otros niños que llevan papitas, quequitos, galletas dulces y jugo envasado, ella a sabido mantener sus hábitos alimenticios ya que desde casa se los inculcamos y ella lo disfruta también.

Otro consejo: agua mucha agua siempre.

Soufleé de atun con brócoli, espinaca y vainitas. Uno de los favoritos de mi enana

miércoles, 10 de octubre de 2012

Actuaciones en el nido



Desde que mi enana entró al nido he tratado de no perderme ni una sola de sus actuaciones. Pidiendo permiso en el trabajo o llegando un poquito tarde he podido estar allí, con ella, en sus momentos especiales, al igual que su mami.

De hecho, creo que nosotros hemos estado más emocionados que ella misma. Felizmente al parecer ni hijita no se pone nerviosa o tímida a diferencia de otros niños que empiezan a llorar o hacen algún berrinche o se quitan los disfraces (en eso hemos tenido mucha suerte). De hecho, nos aseguramos de que nos vea y que sepa que estamos allí pero nos mantenemos a una distancia prudente para no saturarla ni distrerla de lo que debe hacer. Estar encima de ellos tratando de sacarles la foto ideal, a veces, puede hacer que el buen momento que nuestros hijos estaban pasando con sus compañeros de clase, misses demostrando lo que vinieron practicando desde semanas atrás, se arruine.

Muchos aplausos para su hijo cuando le toque actuar pero tampoco demasiada barra que le distraiga de su rol en la actuación. Eso sí, cuando salga al término del evento, muchos cariños y palabras de reconocimiento por el esfuerzo hecho.

Si por alguna razón las cosas no funcionan, no les recriminemos allí mismo aquello que no hicieron, por el contrario hagámosles sentir que todo esta bien y después, en la tranquilidad de la casa, conversemos con ellos y tratemos de que entiendan que fue lo que pasó y busquemos que se comprometan, para una siguiente ocasión, a dar todo de ellos para que las cosas salgan bien.

Trabajemos en construir grandes recuerdos y si podemos inmortalizarlos con fotos o incluso editando un video casero que podamos compartir, mejor aún.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Día de teatro



Mi Mamá nunca fue proclive a las artes escénicas, así que de niño muy pocas veces fui al teatro. Mi mujer es otra cosa y de ella nació la idea de llevar a mi hija a su primera función de teatro. La obra elegida: "Chimoc, el perro calato".

Mi enana llegaba con todas las canciones aprendidas del libro, muy familiarizada con los personajes también. La primera parte transcurrió muy divertida. La obra tenía música en vivo y estaba llena de bailes e interacción con los niños. En una de esas salidas de los actores para interactuar con los niños, Chimoc, el personaje principal y hasta ese momento ídolo de mi hija se acercó mucho a  nuestro asiento y mi enana se asustó casi al punto de llorar.

La misma escena se repitió al término de la obra, en el momento en que los niños se toman las fotos con los actores y sus personajes favoritos. Creo que el motivo principal de este susto fue el disfraz y maquillaje de Chimoc. En realidad no pensábamos que hubiese sido para tanto, pero un año después al ir a la nueva puesta en escena de Chimoc, mi hijita se privó en llanto y no quiso entrar. Tuvimos que regalar las entradas.

A veces surgen algunos pequeños sustos que los papás no nos damos cuenta pero que en la memoria de nuestros hijos pueden quedar grabados para ser recordados en cualquier momento, tomémonos el tiempo para ver cuáles podrían ser estos pequeños, pero potencialmente significativos miedos y conversémoslos y a modo de juego, enfrentémoslos para que no crezcan en ellos y puedan llegar a convertirse en algo más complicado a medida que crecen.

Sin embargo, seguiremos llevando a nuestra hija y esperamos que siga disfrutando el teatro y aprenda de esta maravillosa forma de expresión artística. 


jueves, 6 de septiembre de 2012

Berrinches y pataletas



En esto no hay mucha ciencia, sí criterio, ejemplo, constancia y paciencia. Nuestros hijos siempre nos van a retar, van a retar nuestra paciencia para ver si consiguen un determinado comportamiento de nosotros.

En los berrinches y pataletas debemos aprender e identificar tres etapas que a las que les daré nombres "tipo chamba" para un mejor entendimiento:

1.- Prevención
Los papás (algunos más que otros) llegamos a desarrollar un olfato con nuestros enanos, que nos permite identificar, apenas momentos antes de que un berrinche o pataleta explote. Debemos seguir nuestros instintos y actuar inmediatamente.

Lo que me ha funcionado es cambiar el foco de su atención hacia otra cosa de manera rápida y firma, logrando que se enganche con algo nuevo y deje de lado el objeto que pudo desencadenar un papelón (por lo general, un juguete, una serie de TV, etc). Siga hablando y busque respuestas en su hijo manténgalo ocupado con preguntas hasta que logre enganchar su atención con otro tema.

2.- Contención
Se desató la tormenta. Su hijo rompe en llanto y empezó el escándalo (ya sea en su casa o fuera de él). A veces, al inició todavía algunos niños entienden razones pero lo más probable es que no. Es importante no ceder a esta treta que nos juegan nuestros pequeños para ver quién puede más y quién se impone a quién. Si decimos algo, debemos mantenernos firmes a pesar de todo (es muy difícil, pero vale la pena de cara hacia el futuro).

Tratemos de no ponernos al mismo nivel de nuestros hijos. No gritemos más que ellos si ellos lo hacen o los corrijamos físicamente si ellos también empiezan a repartir golpes. Ignorémoslos y no cedamos. Tampoco premiemos sus berrinches con regalos para que se porten bien, a la larga puede ser contraproducente. Firmeza.

3.- Lecciones aprendidas
Inmediatamente las aguas se hayan calmado, intente hacer un ejercicio de reflexión con su hijo para que vea lo mal que ha hecho y trate  que reconozca él mismo el error cometido. También puede razonar con él las consecuencias de sus actos, de modo que entienda que cada acción tiene una consecuencia y que ese tipo de acciones no son de las que se premian.

En esto no hay más que practicar, ser constante en la aplicación de nuestras decisiones, rapidez en el criterio y paciencia, mucha paciencia.

Suerte!




martes, 4 de septiembre de 2012

Su educación musical… 1era parte



Incluso desde antes que naciera, asumí la educación musical de mi hija. Por supuesto, sus gustos serían formados a partir de los míos (y algunos de su madre, jejeje) pero sobre todo siendo lo suficiente variada y tolerante con todos (o la mayoría de ritmos musicales). Sin embargo siempre traté de mantener el rock (del bueno) como piedra angular en este proceso.

Uno puede tratar de hacer que a nuestros hijos les gusten ciertos géneros y la mejor manera de hacerlo, en mi experiencia, es a través de la constancia y la repetición. Desde muy pequeña, mi enana escuchó muchas veces la canción "Don't stop believing" de Journey y se convirtió en su favorita de manera inmediata. Mi hija tarareaba desde muy pequeñita esta canción y por esas mismas fechas también se volvieron sus favoritas canciones como "Rolling in the deep" de Adele y casi todas las de Black Eyed Peas.  Algo que también hice escuchar a ni enana desde chiquita fue Abba, principalmente porque era uno de los grupos preferidos de mi mamá. Los adora.


A medida que van creciendo y descubriendo más cosas a través de la interacción con otros niños en el nido, están expuestos a música y canciones más "para niños" que son las comparten con sus compañeros en las aulas y actividades del nido. Tratemos de aprenderlas también.

Su mamá y Yo nos preocupamos porque conozca los "clásicos" aquellas canciones de nuestra época y que siguen muy vigentes hasta hoy. Así que compramos un CD de Yola Polastri con todas las canciones de nuestra chiquititud. Desde que escuchó a Yola la adoró y hasta hoy es uno de sus discos favoritos. Otros de los discos que han marcado hasta ahora la vida de mi pequeña, son las canciones de la serie de cuentos de las hermanas Paz, "Chimoc, el perro calato", cuyas canciones se las conoce de memoria. Son imperdibles.

Algo curioso (o quizás no tanto) es que mi hija se enamoró de la marinera desde el momento que la escuchó, al igual que de su baile. Mi enana disfruta muchísimo al escucharla y de inmediato coge un pañuelo o un trozo de papel y lo agita en el aire. Recientemente, la música más escuchada es la banda sonora de "La novicia rebelde", "Mary Poppins" y de las películas clásicas de Disney como "La Cenicienta" o el "Rey León". La música clásica también es fundamental y debe ser escogida con cuidado para que sea bien aceptada por nuestros hijos, recomiendo empezar por "Pedro y el lobo" de Prokofieff (cortesía de mi suegra). 

Lo verdaderamente valioso e increíble de traspasar nuestros gustos musicales a nuestros hijos es el acto de compartir. Compartir emociones, compartir historias, momentos y crear recuerdos que estoy seguros que guardarán hasta que sean viejitos. Crear una conexión aun más profunda con nuestros hijos a través de la música, teniendo más cosas que compartir, desde chicos y proyectarlo hasta su adolescencia y vida adulta. A veces esos pequeños detalles son despreciados por muchos, pero creo que la suma de todos ellos permitirá mantener una mejor relación de confianza y cariño con esas personitas que son lo más importante en el mundo para nosotros.

Solo pongan "play" y disfruten con sus hijos.

P.D. Déjelos ejercitar también su derecho a elegir y también respeten cuando no les gusta algo. Probablemente más tarde, cuando crezcan un poco más, les gustará. Seamos tolerantes si es que a ellos les gusta algo que a nosotros no. No lo olviden.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Mi película favorita… Parte 1 (Pre-Frozen)



Una de las razones por las que estudié Ciencias de la Comunicación en la universidad fue el cine. A través de las películas podemos aprender mucho del mundo que nos rodea y cuando tienes hijos, si sabes dosificarlo, puede ser una gran ayuda. Además la mezcla de imágenes en movimiento, colores y música, acompañados de personajes memorables hacen la diferencia.

Tal como lo recibí de mi familia, así se lo transmití a mi hija. Disney tiene un universo de personajes e historias memorables que podemos compartir con nuestros hijos (y casi para cada edad). Así también, existen grandes clásicos con banda sonoras increíbles que no deben quedar fuera de la selección de películas para ver con nuestros hijos. Trataré de resumirlas en mi Top 10:



1.- La Novicia Rebelde
Espectacular! puedo verla una y otra vez con mi enana. La música es increíble, la historia te atrapa y las locaciones alucinantes. Es nuestra favorita. Lo único es que dura 3 horas.



2.- Rio
Otra película que tiene una banda sonora sin igual y temas musicales muy divertidos. Los personajes son divertidísimos y transmite un mensaje muy chévere sobre tener confianza en ti mismo y no olvidar quién eres. Otro adicional es que es pura Samba y Bossa! Genial!

3.- La Cenicienta
Un clásico de Disney, mi hija se enganchó al toque con los ratoncitos y en un momento dado me dijo "Papi, pobre Cenicienta" frente a tanto maltrato de la madrastra. Otro personaje que le dio un poquito de miedo fue el gato Lucifer.

4.- La Sirenita
Una gran banda sonora. Un film muy musical y por ahí enganchó con mi enana.

5.- El Rey León
Hakuna Matata es inigualable. sin preocuparse es como hay que vivir.



6.- Mary Poppins
Otra vez Julie Andrews. Su interpretación de la mágica nana es alucinante y por supuesto muchos musicales que enganchan con los chicos. Inevitable terminar cantando "un poquito de azúcar" o "supercalifragilisticoespialidoso". Dura cerca de 2 horas y media.

7.- La Bella Durmiente
Creo que la historia también la engancha pero lo que más le gustó y asustó fue el personaje de "Maléfica"aunque le dio un poquito de miedo, se quedó pegada.

8.- El Gato con Botas
Aunque tiene música, no es tan musical como las dos primeras de la lista. Sin embargo, la historia y sus carismáticos personajes te enganchan.

9.- Dinosaurios
Para variar un poco, compramos esta película sin demasiadas expectativas pero debo reconocerlo: Los dinosaurios son lo máximo!



10.-El Mago de Oz
Un súper clásico. Aunque por momentos la atención de nuestros niños se pueda perder, vale la pena.

Otros títulos que recomiendo:

Buscando a Nemo
Bambi
El Zorro y el Sabueso
Los Aristogatos
La Dama y el Vagabundo
Blancanieves
Bernardo y Bianca
La Princesa y el Sapo
101 Dálmatas (o "La noche de las narices frías")
Happy Feet
Océanos (Documental con imágenes alucinantes del mundo acuático)
Tierra (Otra producción de Disney que te ayuda a conocer el mundo animal que existe en nuestro planeta)
Felinos del África (documental con historias y paisajes alucinantes y... leones... a que niño no le gustan)
Toy Story
Las series de los Buddies
Un Chihuahua en Beverly Hills

Algunas que no recomiendo si nuestro hijo no es mayor de 4 años:

Shrek (han sido pensadas en adultos no niños necesariamente)
La Era del Hielo
Pinocho (tiene algunos conceptos medios fuertes para un niño)

La combinación Música+Animales+Baile no falla, pruébenla. Sobretodo disfruten del momento de ver la película. Hagan un pequeño ritual de ese simple acto. Lo que se construye en ese momento son los recuerdo de infancia que como adultos tendrán no sólo de la historia sino de como pasaron en familia tardes muy divertidas cuando eran niños.

lunes, 9 de julio de 2012

Viajando en familia - Parte 2


Mi hija tiene 2 años y medio y como seguro les pasa a quienes también tienen hijos de esa edad, le gusta jugar, estar con sus papás, sus dibujos, etc... no es que tenga ganas de conocer culturalmente nuevos lugares o las costumbres de otras gentes... básicamente sólo quieren divertirse.

Teniendo en cuenta esto, tratamos de hacer del viaje algo que ella esperara con ansias y hacerlo parecer un juego muy entretenido usando referentes comunes para ella. Semanas antes le dijimos "que nos íbamos a ir de viaje a un sitio muy bonito volando por el cielo en el avión (a mi enana le encantan los aviones)". Por ejemplo, también en referencia al tren que lleva a Machu Picchu le dijimos que sería igual al trencito que salía en un capítulo de La Casa de Mickey Mouse. Y así, cada parte del viaje generaba expectativa en ella.

Parte de preparar la experiencia también tuvo que ver con las compras previas al viaje. Cusco en estas épocas puede resultar bastante frío, así que tuvimos que hacer algunas compras extras para estar bien preparados para el clima y también para la travesía. Nuevas botas, casaca súper abrigadora, guantes, etc... todo lo relacionamos al viaje y ella lo tomó como parte de la aventura, de un juego.

Al final, se divirtió y nosotros con ella... a pesar de algunas cuantas pataletas por el cansancio del viaje... se portó muy bien y hasta ahora recuerda el viaje vívidamente.

Good times.


p.d: si suben al Intihuatana tengan cuidado al bajar si tienen que cargar a sus hijos, las escaleritas de piedra (de bajada) son un tanto peligrosas, cuidado con las caídas...




martes, 3 de julio de 2012

Viajando en familia - Parte 1

Aunque salimos de nuestra ciudad usualmente para visitar a la familia, nunca habíamos realizado un viaje exclusivamente turístico los tres. El destino de nuestro primer viaje fue el maravilloso Cusco, que por esta época tiene un sol tan intenso como el frío que te coge si te pones a la sombra.

Además de los preparativos logísticos previos como hacer las maletas, ver todo lo concerniente a los tours, traslados y demás, es necesario también preparar a nuestros hijos físicamente a preparar para un viaje, en especial a una ciudad en altura como Cusco.

Lamentablemente, esta vez no pusimos atención a la dieta de mi hija los días anteriores al viaje y así la noche anterior mi enana vomitó antes de dormir para luego despertarse a la medianoche (sólo a unas cuantas horas de salir al aeropuerto) a vomitar de nuevo y esta vez con un poco de fiebre.

Luego de darle Panadol para la fiebre nos vimos en la disyuntiva de cancelar todo y quedarnos en casa o abrigarla bien y emprender al aeropuerto. Felizmente le bajó la fiebre y optamos por lo segundo; la empaquetamos bien y nos fuimos al aeropuerto. Fue un pequeño riesgo el que asumimos pero en recompensa gozamos de un fin de semana inolvidable.

Ya en Cusco, decidimos no exigirle más a nuestra valiente hija, cancelamos el tour para ese día y nos quedarnos a descansar en el hotel mientras ella se recuperaba del empacho del día anterior, el soroche y la mala noche. Para el soroche sólo descanso y mate de coca con azúcar o miel.


Aquí, la primera lección: lo primero que debemos empacar es el botiquín para nuestros hijos: algo para la fiebre, algo para los vómitos, crema para contusiones, curitas, además de alguna otra medicina específica dependiendo de cada caso. Para la barriga el día antes y el primer día del viaje se les debe dar una dieta blanda de preferencia. De igual modo la hidratación constante es muy importante en un clima seco como el cusqueño. Otros básicos: termómetro, blistick, repelente, gel anti bacterial, bloqueador y crema humectante.

Nunca serán suficientes las precauciones que podamos tener con nuestros enanos, así que yo recomiendo exagerar, ya que nunca sabremos cuándo necesitaremos alguna que otra medicina.

miércoles, 25 de abril de 2012

Far away, so close

Cuando uno de los papás tiene que viajar y alejarse de la familia por algún motivo, esos días (si resultan ser varios) pueden muy dolorosos, tanto para el papá, como para la niña (o).

Hace poco tuve que viajar por trabajo fuera del país por aproximadamente 10 días. Siempre traté de mantenerme en contacto como mi esposa y con mi hija por el teléfono la mayor cantidad de veces que pude y hablándole como si estuviese allí con ella viviendo su día a día. Lo cierto es que fui yo quien la extrañó más a ella que ella a mí, distraída entre el nido, las clases de natación o sus juegos diarios.

Algo muy útil para mantener la idea de cercanía con mi hija, fue el uso de la tecnología para comunicarnos con la mayor parte de sentidos posibles. Skype y el mismo Windows Live Messenger ofrecen opciones de video gratuitas que permiten mantenerse muy cercano aun cuando uno esté incluso en otro hemisferio, como fue mi caso. Resulta muy útil fijar una hora del día para hacerlo y así manejar mejor las expectativas tanto de padres como de los hijos.

Este fue mi segundo viaje internacional desde que mi hija nació, sin embargo por su edad ahora ella está más consciente de la ausencia, así que fue un gran momento para empezar a enseñarle algunos conceptos como los países, la inmensidad de la tierra, el hecho de que existen otras culturas de las cuales podemos aprender mucho.

En un momento dado ella me pregunto si estaba en el "avión volando en el cielo" a lo que tuve que explicarle que no, que había llegado a una ciudad y que estaba quedándome en un hotel (concepto que no le quedó claro por la carita que puso) e inmediatamente me dijo "espérame papá yo también voy en el avión" y salió corriendo hacia su cuarto a ponerse sus zapatos: lo único que necesitaba para subirse al avión.

Los 10 días finalmente pasaron, ya estoy en el avión de regreso con destino a mi país, con un sentido de patriotismo nunca antes experimentado y no necesariamente por el terruño, sino por la fuerza de la sangre y el amor de aquella personita que me espera en casa.

P.d: siempre lleven con ustedes un pequeño souvenir de aquellos lugares a los que viajen, harán que su perspectiva sobre el mundo cambie y su curiosidad hacia el crezca y los motive a conocerlo.

miércoles, 4 de abril de 2012

Las clases de natación




Desde aproximadamente los 4 años mi Mamá me llevó a clases de natación, primero en Walter Ledgard y posteriormente en la academia de su hijo Tater. Mis padres nunca fueron muy deportistas que digamos, pero con respecto a nadar mi Mamá siempre fue muy aplicada y me llevo a mis clase durante años, casi toda mi época de colegio.

Nadar es uno de los deportes más completos que existen, además de ser muy divertido para los enanos. Hace tres meses que mi pequeña hija empezó sus clases y realmente hay un avance en su manera de manejarse en el agua, ya no traga agua, hace el movimiento del pataleo, flota y se impulsa y se lanza a la piscina sola (lo que felizmente no hace sin que haya alguien que la reciba). Pero cada niño tiene su tiempo, ella desde un inicio disfrutó estar en el agua, hay otros a los que debe introducírselos en el agua poco a poco. No hay que ser brusco sino muy amable.

Recomiendo que no se aventure a querer enseñarle Ud. mismo, muchas veces puede cometer errores que entorpecerán el aprendizaje del niño más adelante. Busque una academia que tenga algunos años en la enseñanza y asegúrese que los horarios sean convenientes, tanto para usted como para su hijo(a), por aquello de los cambios de estación.

Mi hija empezó a los dos años, pero viendo a otros niños creo que hubiese preferido empezar seis meses ante, pero eso sí en verano donde disfrutan al máximo la experiencia.

Acompañe usted mismo a su hijo paso a paso en la mayor cantidad de clases que pueda. Inevitablemente cuando son muy chicos deben ir acompañados de un adulto.

Por el lado de la ropa, por lo general las academia tienen un tiendita dentro donde venden ropas de baño y accesorios como gorros, lentes y otro. También puede acudir a una tienda especializada en deportes como Marathon o Mitsuwa.

Si alguna vez practicó el deporte no tenga miedo en ponerse en forma de nuevo, que la mejor enseñanza la da con el ejemplo y así su hija(o) querrá imitarlo y pasar más tiempo con usted.

El verdadero valor en este deporte, a diferencia de otros es que le permitirá a su niño(a) contar con una herramienta de supervivencia imprescindible.

Pónganse la ropa de baño y a la piscina!

lunes, 2 de abril de 2012

Por donde empezar...

Empiezo este blog porque quiero compartir la maravillosa experiencia de ser papá. La llegada de mi hija cambio mi vida en muchísimos aspectos, todos para bien y al mismo tiempo, me trajo algunos cuestionamientos sobre si estaba a la altura de la responsabilidad que ello significaba y cómo trataría  de ser el mejor papá para ella.


Luego de unos día de haber nacido mi hija, recién caí en la cuenta de lo que verdaderamente estaba pasando en mi vida, alguien (mi esposa) me había dado el regalo más grande e incomparable que uno podía recibir, el regalo de la vida, una vida que dependía de mí y que supo enseñarme tan sólo con su llegada a este mundo que existen verdaderon vínculos que nadie puede romper y que pueden ser más importantes que uno mismo.

De inmediato, al tenerla entre mis brazos, me sentí menos egoísta y más agradecido con el mundo por la oportunidad de lo que estaba viviendo. Mis prioridades cambiaron, o mejor dicho, dejaron de ser importantes pues sólo existía una: hacer que la vida de esta niña sea la más feliz posible, cada día y a cada momento.

Muchas cosas han pasado desde entonces y cada día es una aventura distinta y un aprendizaje continuo. El tiempo pasa y mi bebé ahora es una niña y seguirá creciendo cada vez más rápido. Lo que nunca cambiará será el amor que siento por ella y que no hay nada que no haría para evitar que algún día esa sonrisa se borre de su cara.