jueves, 6 de septiembre de 2012

Berrinches y pataletas



En esto no hay mucha ciencia, sí criterio, ejemplo, constancia y paciencia. Nuestros hijos siempre nos van a retar, van a retar nuestra paciencia para ver si consiguen un determinado comportamiento de nosotros.

En los berrinches y pataletas debemos aprender e identificar tres etapas que a las que les daré nombres "tipo chamba" para un mejor entendimiento:

1.- Prevención
Los papás (algunos más que otros) llegamos a desarrollar un olfato con nuestros enanos, que nos permite identificar, apenas momentos antes de que un berrinche o pataleta explote. Debemos seguir nuestros instintos y actuar inmediatamente.

Lo que me ha funcionado es cambiar el foco de su atención hacia otra cosa de manera rápida y firma, logrando que se enganche con algo nuevo y deje de lado el objeto que pudo desencadenar un papelón (por lo general, un juguete, una serie de TV, etc). Siga hablando y busque respuestas en su hijo manténgalo ocupado con preguntas hasta que logre enganchar su atención con otro tema.

2.- Contención
Se desató la tormenta. Su hijo rompe en llanto y empezó el escándalo (ya sea en su casa o fuera de él). A veces, al inició todavía algunos niños entienden razones pero lo más probable es que no. Es importante no ceder a esta treta que nos juegan nuestros pequeños para ver quién puede más y quién se impone a quién. Si decimos algo, debemos mantenernos firmes a pesar de todo (es muy difícil, pero vale la pena de cara hacia el futuro).

Tratemos de no ponernos al mismo nivel de nuestros hijos. No gritemos más que ellos si ellos lo hacen o los corrijamos físicamente si ellos también empiezan a repartir golpes. Ignorémoslos y no cedamos. Tampoco premiemos sus berrinches con regalos para que se porten bien, a la larga puede ser contraproducente. Firmeza.

3.- Lecciones aprendidas
Inmediatamente las aguas se hayan calmado, intente hacer un ejercicio de reflexión con su hijo para que vea lo mal que ha hecho y trate  que reconozca él mismo el error cometido. También puede razonar con él las consecuencias de sus actos, de modo que entienda que cada acción tiene una consecuencia y que ese tipo de acciones no son de las que se premian.

En esto no hay más que practicar, ser constante en la aplicación de nuestras decisiones, rapidez en el criterio y paciencia, mucha paciencia.

Suerte!




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