sábado, 1 de diciembre de 2012

Comidas - ¡Que coman de todo!



Al cabo de tres años de ser papás, mi esposa y Yo hemos logrado (creo) que nuestra hija como casi de todo pero este esfuerzo empezó desde sus primeros alimentos. Con la ayuda y consejos de amigos y familiares así como con la asesoría de su pediatra empezamos dándole poco a poco sus primeros alimento cosas muy elementales como el zapallo, manzana, plátano, etc... y después fuimos introduciendo las verduras. Por supuesto todo cocido tal como: arverjitas, zanahoria, vainitas, brócoli, poro (en las sopas), espinaca y huevo... y finalmente las carnes como de pollo, de res, de pavo y algo de cuy y pescado; pero también hígado que es importantísimo para su crecimiento.

Digamos que empezamos con los básicos y luego fuimos mezclando todo y al empezar de aquella manera ella fue asimilando todo de buena gana. No sé si necesariamente todo se debe a la nutrición pero nuestra hija no baja del percentil 95 desde que nació y a sus casi 3 años ya pasó el metro, tiene un coeficiente intelectual de 140 y la mentalidad de una niña de 4.3 años.

Más allá de los beneficios de una buena alimentación evitando las soluciones fáciles pero nada saludables como las papitas fritas (ya sean en bolsa o de restaurantes de comida rápida), golosinas en exceso, mucho pan, chocolate, etc... siempre hemos tratado que pruebe de todo con moderación y, cuando ya tuvo edad, que empezara a comer lo mismo que nosotros pedíamos. Por ejemplo, durante el verano pasado varias veces nos pidió que le invitáramos nuestra Leche de Tigre (la que pedimos sin ají por supuesto) asimismo también disfruta de las alitas a la parrilla en salsa oriental o algunos rolls.

En particular Yo, me preocupe que desarrolle cierto gusto por el queso (que a mi también me encanta) ya ahora no puede comer sus fideos al pesto sin su queso parmesano.

Lo cierto es (creo) que como, tanto mi mujer como yo, disfrutamos de la comida, ella se contagió de esa sensación haciendo a este momento algo especial y divertido, no una experiencia aburrida o traumática. Creo que por ahí va la cosa.

Sin embargo, no creo que lo anterior funcione si es que nosotros como Papás no hacemos el esfuerzo de comer aquellos alimentos que sabemos son beneficiosos para nuestros hijos... aunque no nos gusten del todo a nosotros mismos. 

El brócoli (que nos encanta) es un claro ejemplo de aquello y es la pesadilla para muchos papás; sin embargo es una de las verduras favoritas de mi hija e incluso la lleva a nido como merienda junto con vainitas sancochadas, atun con cebollita, limón y galletitas de soda o huevos de codorniz, manzana rayada o mandarina. Mientras que nuestra pequeña comparte el salón con otros niños que llevan papitas, quequitos, galletas dulces y jugo envasado, ella a sabido mantener sus hábitos alimenticios ya que desde casa se los inculcamos y ella lo disfruta también.

Otro consejo: agua mucha agua siempre.

Soufleé de atun con brócoli, espinaca y vainitas. Uno de los favoritos de mi enana

No hay comentarios:

Publicar un comentario